Publicado el 11/09/2022 14:25

Nuevos caminos
Después de mucho tiempo, he decidido volver a escribir, con el fin de hacer algo terapéutico que me saque de la rutina de hacer scroll infinito en Instagram.
¡Spoiler Alert! Empezaré con todo el hate que traigo guardado.
“New year new me”, ¡Bullshit! Esta y un montón de frases nos decimos cada inicio de año para hacernos la puñeta mental de que, al ser un nuevo año, vamos a tener un nuevo comienzo. ¡Qué mentira tan grande nos hacemos a nosotros mismos! Dejando de lado que el tiempo es una ilusión, considero que solo nos hace daño al imaginar que las cosas van a cambiar solo porque nuestro planeta le dio otra vuelta al sol. Suena algo pesimista, tal vez sí, pero seamos realistas: el universo ni nos topa. Entonces, ¿por qué creer que una fecha puede afectar mi destino? (🙄 Horóscopos).
Ahora sí, después de sacar el hate (que debo decir que es rehabilitador sacarlo) viene la moraleja.
Puedo decir que mi fin de año e inicio del mismo no fue del todo agradable. Un montón de problemas por todos lados y agregándole una relación fallida más, hicieron que estuviera a punto de aplicar la de “Fuga a Tulum a vender pulseras”. Pero primero, no sé hacer pulseras y segundo, tengo 4 perritas que no saben nadar. Así que decidí continuar en esta cosa llamada vida urbana civilizada.
Durante estos últimos meses he estado en conflicto conmigo mismo por la cuestión de la espiritualidad. Por un lado, he leído varios autores como Viktor Frankl, Carl Jung, Friedrich Nietzsche, y todos mencionan la espiritualidad como parte fundamental del ser humano, ya sea para alcanzar la individuación (como lo llama Carl Jung) o el superhombre de Nietzsche. Entonces me propuse seguir el camino de estos filósofos para encontrar la tan famosa y mencionada espiritualidad. Siendo sincero, todavía no entiendo muy bien de qué trata. Llevo casi toda mi vida sin cuestionarme esto y no tengo idea por dónde empezar. Así que hice lo de siempre: hacerme preguntas, preguntas como:
- ¿Debo seguir la religión en la cual fui bautizado?
- ¿Por qué debería seguir esto si no me siento seguro de dicha religión?
- ¿Qué fregados se refieren por espiritualidad?
- ¿Debo de colgarme cuarzos para estar en paz conmigo?
- ¿Qué pasa si no la encuentro, no me encuentro a mí mismo?
Estas y muchas preguntas más me retumban la cabeza casi diario, haciendo que pierda de vista otros objetivos laborales/profesionales, pero bueno, todo a su tiempo, ¿no?
Cabe destacar que creo que la espiritualidad va de la mano de empezar a hacer tu trabajo de responsabilidad emocional. Si entiendes por qué haces o hiciste muchas cosas, te empiezas a entender a ti. Si te entiendes, empiezas a controlar tu vida. Si controlas tu vida, empiezas a darle sentido. Si le das sentido, entendiste lo que querían decir estos autores.
Entonces, regresando a mi nefasto inicio de año, durante uno de esos bajones emocionales después de entender que algunas personas no son lo que aparentan, decidí en verdad darle la importancia necesaria a la tal “Espiritualidad” e indagar un poco en los lugares más oscuros de mi memoria, para ver por qué soy como soy y por qué de las cosas que ahorita me afligen. ¡Qué sorpresa que me llevé! Puedo decir que mi mente está llena de cosas que considero agradables, como los diálogos de Shrek y segundas voces de canciones de los Backstreet Boys, pero al mismo tiempo tiene varios patrones mentales que si se los cuento a mi psiquiatra, tal vez me manda internar o me receta Valium 🤔.
Después de darme un clavado en mi librería de recuerdos y patrones mentales, me di cuenta de mi mala salud mental en algunos aspectos de mi vida y, como niño que acaba de descubrir algo, empecé a investigar y llegué a varias conclusiones:
- Jamás me enseñaron cómo tratar mis emociones, y al crecer como hombre en México, crecí con la presión de que no puedo ser débil y que siempre debo sentirme “bien”.
- A raíz de lo anterior, llevo cargando muchos traumas de mi infancia que explican por qué elijo el tipo de relación que elijo o por qué ciertas situaciones me causan descontrol emocional.
- Social media está acabando con las pocas neuronas que nos quedan.
- Son pocas las personas que en realidad le ponen atención a su salud mental, y es un gran problema que afecta a todos, desde el presidente hasta tu sobrino que se la pasa jugando Minecraft.
- Muchos de los problemas sociales se arreglarían si todos nos hiciéramos responsables de nuestras emociones y/o acciones.
- Mucha gente le da demasiada importancia al dinero. ¿Realmente qué les pasa? ¿Piensan que el dinero da felicidad? Y si piensas que sí, te hace falta cerrar un poco Instagram y agarrar un libro. No malinterpreten, sé que el dinero ayuda a tener menos cosas en que preocuparte y por ende hacer otras cosas con tu tiempo, pero en verdad el dinero no te está haciendo feliz, es el deseo de tener o no tenerlo lo que nos imaginamos como felicidad, pero al igual que tiempo, es solo una ilusión.
Espero que algunas de estas conclusiones sean de ayuda para alguien que también está en algún tipo de crisis existencial, y si sí, déjame decirte, que a chsm todo, nada tiene sentido y todos vamos a morir. Jajaja suena tétrico, pero tiene algo de realidad. Cada quien decide el sentido que le quiere dar a su existencia, no es que exista un sentido absoluto que nos heredó un dios. Todos vamos a morir también es real, así que ”memento mori”, recuerda que vas a morir. Lo mínimo que puedes hacer por ti mismo es encontrar un sentido a tu vida que te haga levantarte por las mañanas y te deje dormir por las noches.
Somos efímeros, todo está en constante cambio y cada vuelta al sol nos acercamos más al fin de nuestra vida, así que, ¿por qué no abrazar este cambio y empezar a fluir con una nueva versión de nosotros, una con un sentido y motivo, una donde nosotros decidimos a dónde ir de la mano de la gente que amamos? Y para esto no tenemos que esperar 365 (y en algunos casos 366) días, puede ser hoy, mañana o en una semana. Lo importante es abrir tu conciencia y decidir empezar.
Si decides hacer solo lo que te hace sentir seguro, perderás la oportunidad de ver hasta dónde puedes llegar. J.
©️ J.Simental
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